ColumnaSinNombre
@pablojair

  • Vacunación en Poza Rica, Boca, Orizaba, Coatza y Mina.
  • Descanse en paz, el buen Sax, ícono del rock mexicano.
  • Turistas volvieron a abarrotar las playas de Veracruz.

Finalmente se rompieron las hostilidades entre yunistas y morenos.
Y esto apenas empieza.
–Chopenjawer

Más allá de la campaña para hacer víctima al exdirigente del PRD y exsecretario general de Gobierno, Rogelio Franco Castán (detenido este sábado por violencia intrafamiliar y ultrajes a la autoridad), la preocupación real la carga el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

Aunque no han salido personalmente a defender a su aliado, los Yunes sí enviaron toda la caballería de políticos y medios a su alcance para descalificar la detención de Franco Castán. La idea es victimizarlo, crear la imagen de una pobrecita víctima de una malvada persecución política.

Es curioso, pero no hay congruencia entre quienes la semana pasada «apoyaban» el feminismo y a la vez salen hoy a defender a un político que violentaba a su mujer, más allá de la relación tormentosa que tenían. Es como cuando la 4T defiende a Salgado Macedonio de las acusaciones de abuso sexual.

Otra estrategia que seguramente aplicarán para «ayudar» a Franco, será la de enviar mensajes a los jueces o funcionarios involucrados en el caso para presionarlos, intimidarlos, amenazarlos de que no toquen ni con el pétalo de una hoja al perredista o le echarán toda la furia de la jauría yunista.

En este sentido, la «defensa» de Franco en realidad es la defensa para Yunes, pues sabe el exgobernador que el régimen de MORENA (el del “loco” y “viejo guango”) le capturó a un aliado cercano, un pez gordo que podría soltar la sopa y decir muchas cosas. Yunes sabe que el poder puede doblegar hasta al más terco y por mucha bravuconería que demuestre, está en desventaja.

No obstante, la «defensa» es tan intensa que es obvia y se andan moviendo todos sus recursos. Era la consecuencia natural, clara, predecible y esperable.

Una de las «vertientes» de la defensa de Franco, es que éste ya andaba amparado para evitar su detención, pero se les olvida que eso no fue impedimento cuando Yunes y todo su aparato de poder capturó al exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien con todo y amparo fue aprehendido cuando iba a firmar al juzgado.

En este sentido, un error garrafal de Franco Castán es que se puso nervioso cuando fue intervenido y le brotó la prepotencia, pues encaró a los policías ministeriales y hasta les rompió la orden de aprehensión que le mostraron. Con eso fue motivo suficiente para detenerlo.

En realidad lo único que les queda a los Yunes es victimizar a Franco, pues aunque aparentemente podría salir bajo fianza por los delitos que le imputan, el ministerio público podría solicitar la prisión preventiva justificada y quedarse atorado en la cárcel. Esto se confirmará en las próximas horas.

Pero el ultraje no es nada comparado a una de las tareas que tenía Franco Castán como secretario de Gobierno de Yunes.

Es conocido que el tuxpeño fue de los encargados para «negociar» con los detenidos en los tiempos del bienio de Yunes. Y por «negociar» entiéndase que muchos de ellos fueron extorsionados para que, a cambio de dinero e información, se les diera la libertad.

Figura en esta operación el nombre de un tal Omar Moscoso, quien según se ostentaba como coordinador de Asesores de Pedro Manterola, subsecretario de Gobierno, quien por encargo de Yunes presuntamente contactaba a los abogados de los detenidos para decirles que tenían que sentarse a negociar con Rogelio Franco.

Que nomás por esa reunión el costo era de cinco millones de pesos y que ya con las carpetas de investigación en la mano, se vería el importe del costo total de la libertad del funcionario detenido y contactado.

En cualquier circunstancia, con fianza o sin ella, a Franco se le cayó su diputación plurinominal en el segundo lugar de la lista del PRD (si sigue en el bote). Esto a su vez desmerece absolutamente la posición negociadora de Yunes para la candidatura de su hijo a la alcaldía y la suya propia de candidato a diputado.

Esto que finalmente le pasa a Rogelio no es más que el principio de las dicen que les esperan a varios, por todo el daño que hicieron a mucha gente; no sólo a funcionarios de Duarte, sino también a más de 100 policías rasos que por ambiciones políticas y para justificar su campaña propagandística de los desaparecidos, fueron detenidos en tiempos del Yunato y están casi a punto de recibir sentencias que podrían alcanzar hasta 140 años de prisión.

Se le olvida al violador, nunca a la violada; son de flaca memoria. A eso súmese el exabrupto de la semana, cuando el más chiquito de los Yunes insultó recientemente al gobernador.

AYER ERAN FEMINISTAS Y HOY DEFIENDEN A UN GOLPEADOR

Desde hace años se sabía que Rogelio «N» ejercía violencia intrafamiliar; que agarraba a su pareja a golpes y para practicar madrazos como si fuese costal de arena.

Y la que dio a conocer todo fue su propia pareja Guillermina Alvarado González.

Vecinos que viven cerca de la casa de Rogelio Franco que tiene allá por el Pedregal Las Ánimas, en Xalapa, dicen que se escuchaban los catorrazos, los gritos y las mentadas de madre de la pareja cuando discutía.

En su momento, «Guille» denunció los hechos vía las benditas redes sociales, pero ante el escándalo (Franco ya era secretario de Gobierno) la obligaron a recular y a decir que todo era un montaje.

El asunto en sí debería quedar en el ámbito de lo privado, pero las denuncias de «Guille» sirvieron para evidenciar a Franco Castán.

De igual manera, gente que los conoce hablan que la esposa de Franco es tremenda y de armas tomar; que es bien «cabrona» y se podría decir que hasta en algún momento pudo haber ejercido también violencia contra Franco Castán, pero este decidió guardarse y aguantarse todo.

En lugar de que todo se arreglara en el ámbito judicial, pareciera que les gustaba eso del amor apache.

Por donde se le vea, el gran error de Rogelio Franco fue haberle puesto la mano encima a su esposa.

No hay manera de justificar lo anterior: nunca debió golpear a su pareja.

Hay una lógica en este sentido: durante años fue protegido por la cúpula del poder, lo que a cualquiera haría pensar que es impune e inmune a la justicia.

Vaya, hasta este sábado que fue su detención, Franco Castán traía escoltas comisionados de la Secretaría de Seguridad Pública… ¿De esto sabrá el gobernador o le habrá comentado algo el titular de SSP?

Fue protegido porque le era útil al sistema en Veracruz, primero sirviendo como parte de una «oposición» que se arreglaba con el gobernante en turno (caso Fidel y Duarte) a cambio de no hacerla de tos en el sexenio. Luego, como aliado que levantó la mano al exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y se convirtió en parte de su gabinete.

Dicen que el dinero, el amor y lo bruto no se pueden ocultar: a cambio, Franco comenzó a tener una vida privilegiada viviendo de la «política»; de ser un humilde asistente del dirigente estatal del PRD, Arturo Herviz, se convirtió en propietario de dos mansiones en el fraccionamiento Montemagno, en Xalapa; un hotel boutique en Tuxpan, así como otras propiedades entre casas y ranchos. Hasta hace poco también tuvo un restaurante de comida huasteca en Plaza City, en la capital veracruzana.

Podrán decir que Franco es una víctima del sistema, que es perseguido político, etc., pero lo verdaderamente deleznable que el partido que «encabeza» Franco (en los hechos ahí manda el exgobernador Yunes Linares), el PRD, sea quien hoy quiera politizar un asunto meramente judicial que además tiene qué ver con violencia hacia las mujeres.

O sea, en este sentido, no hay congruencia entre quienes la semana pasada apoyaban el feminismo (de ocasión para la foto) y a la vez salen a defender a un político que golpeaba a su mujer.

En fin, la «hipotenusa».

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Que del enorme lote de vacunas del laboratorio Sinovac que acaban de llegar a México (un millón) antes del día 20 algunas irán para los municipios de Poza Rica, Boca del Río y Orizaba; a finales de marzo o principios de abril irá otro bonche para Coatzacoalcos y Minatitlán. Ojo: para adultos mayores.

OTRA NOTA: El «Sax» fue un músico virtuoso que formó parte de una de las bandas más legendarias del rock mexicano. Dedicados a lo urbano, a rescatar los retratos de los barrios, de las calles, a la cultura de los pachucos, La Maldita Vecindad y Los Hijos de Quinto Patio pierde a uno de sus miembros más emblemáticos, el que de repente tocaba con doble saxofón o hacía malabares con una trompeta; o que incluso llegó a aventarse desde el escenario a la bolita del slam que se hacía entre la multitud que iba a la tocada… Hay qué decirlo: Kumbala le gustaba hasta a las abuelitas, y era precisamente por ese saxofón cachondo que endulzaba el oído. Descanse en paz, pues, uno de los íconos del rock mexicano, Eulalio Cervantes Galarza, mejor conocido como “El Sax”.

LA ÚLTIMA PORQUE YA TOCA BAÑO: Lo informa la corresponsal de Milenio, la experimentada periodista Isabel Zamudio: «Este fin de semana largo las playas de Veracruz lucieron repletas de turistas, que olvidaron la pandemia de coronavirus para salir de vacaciones. Si bien se anunció que para Semana Santa se tomarían medidas para que los visitantes tomen sana distancia y se prevengan contagios de coronavirus, este fin de semana no hubo restricción ni prevención alguna. Las altas temperaturas que se registran en Veracruz fueron aprovechadas por miles de familias que llegaron a nadar a las playas de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Alvarado. Niños, jóvenes y adultos, familias completas procedentes de Puebla, Ciudad de México y Estado de México principalmente acudieron a las playas de la entidad”.

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