*La sinvergüenza se aprovechó del Paro Nacional de Mujeres para desgarrarse las vestiduras, pero hasta el momento no da resultados

Redacción

Aprovechada salió la Diputada Federal, Raquel Bonilla Herrera quien valiéndose del Paro Nacional de Mujeres que se llevó a cabo a nivel nacional, lleva agua para su molino político, pues obligó a trabajadoras de confianza del Ayuntamiento y de la Secretaria del Bienestar a ir a la conferencia que organizó en el Ayuntamiento, pues sabe que si no es a la fuerza nadie le hace comparsa.

Pará los ciudadanos tener diputada o no es lo mismo, ya que hasta ahora no ha hecho nada por los ciudadanos que votaron por ella y a quienes engaño con promesas de un cambio verdadero, el cual sólo sucedió a medias pero en su persona, pues antes de ser legisladora viajaba en taxi colectivo o a pie y ahora no se baja de su flamante camioneta, se cambio los dientes y se hizo fleco.

Pero su hambre de poder y de llevar una vida lujosa no conoce límites, a la diputada ya le gustó la vida fácil  exprimiendo el erario pues recibe un jugoso salario, solo por irse a sentar al Congreso de la Unión pero hasta el momento no ha dado ningún resultado para el V Distrito y menos para Poza Rica, que dejó de ser una ciudad petrolera para convertirse en un municipio sin oportunidades, hundida en miseria y en una constante violencia contra la mujer, siquiera por colgarse del Paro Nacional de Mujeres la diputada debería hacer algo por las pozarricenses que cada día son violentadas y asesinadas, pero no conoce la vergüenza.

A los largo de su raquítica vida política Raquel Bonilla ha defraudando a quienes le te dieron la mano para llegar a donde está, imponiendo a delegados de Morena, asegurando tener línea de Andrés Manuel López Obrador, pero es más que obvio que esta arreglando el camino político del próximo año, para lanzarse como alcaldesa de esta ciudad o buscar la reelección en el cargo, pero se le olvida que los ciudadanos sí tienen memoria y que el efecto Morena se está desquebrajando.

Durante su campaña prometió rescatar a Poza Rica de la crisis con un proyecto guajiro de instalar una «Minirefineria», que supuestamente se ensambla en seis meses, con ello intento ganarse al gremio petrolero, pero ya pasaron más de dos años y de su promesas de campaña ni sus luces, la legisladora no tiene vergüenza y ahora, cuando se le pregunta sobre esta promesa, asegura que no depende de ella aterrizarla, sino de la Federación dentro del programa de recuperación petrolera nacional, del cual Poza Rica esta fuera.

En las colonias se metió hasta la cocina de las amas de casa, de los ciudadanos humildes que de verdad confiaron en el proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador, les dijo cara a cara que bajaría programas y recursos para sacarlos de la miseria, se acabó su tanque de gas haciendo tortillas, pero ni cumplió su palabra, ni regresó a las colonias y menos les repuso el gas y la masa que se comió.

Los ciudadanos están hartos de legisladores y políticos que son más de lo mismo, de diputadas improvisadas que no tiene experiencia en la gestión pública y que lejos de hacer algo por los ciudadanos, siquiera por hacerle al cuento, solo se agarran de movimientos sociales como el Paro Nacional de Mujeres para sentirse parte del pueblo, pero que lo único que les interesa es perdurar en el puesto.

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